El biogás:¿Qué es?
En las
últimas décadas, la palabra “biogás” ha sido objeto de discusión en todo el
mundo, generando debates sobre si es una solución efectiva o si realmente
representa un problema de mayor escala. Para comprender mejor el tema,
empecemos por definir: ¿qué es el biogás?
El biogás es una mezcla de gases compuesta principalmente por metano (CH4) y
dióxido de carbono (CO2) (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, 2017).
Además, en el biogás pueden encontrarse pequeñas cantidades de otros gases como
hidrógeno (H2), nitrógeno (N2), oxígeno (O2) y sulfuro de hidrógeno (H2S). Este
gas se genera mediante la descomposición anaeróbica dentro de un biodigestor,
lo cual también permite tratar residuos orgánicos. Aparte del gas producido, se
genera un subproducto denominado “Lixiviados”, que puede ser utilizado como
fertilizante o acondicionador de suelos (Organization of American States).
Entonces,
si el biogás es un recurso renovable obtenido de la degradación de materia orgánica
y ayuda a tratar estos residuos, ¿por qué sigue siendo un tema de discusión?
Aunque el biogás es considerado una fuente de energía renovable, su producción
y uso pueden estar asociados con emisiones de metano, un gas de efecto
invernadero que contribuye a la degradación de la capa de ozono (Secretaría de
Agricultura y Desarrollo Rural, 2017). El metano tiene un potencial de
calentamiento global 21 veces mayor que el CO2, pero si se maneja
adecuadamente, el biogás tiene un gran potencial para reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero (Biogás, s.f.).
¿Y cómo está la situación en México?
En 2008, se promulgó la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos con el objetivo de impulsar su producción y extender su uso más allá de los biocombustibles convencionales, como la leña y el carbón vegetal. Desde entonces, el marco regulatorio en torno a las energías renovables ha continuado fortaleciéndose con la implementación de diversas normativas, entre ellas la Ley General de Cambio Climático (LGCC) en 2012, la Ley de la Industria Eléctrica en 2014 y la Ley de Transición Energética en diciembre de 2015.
La LGCC estableció metas para la generación de electricidad mediante fuentes
limpias, con un objetivo mínimo del 35% para 2024 y del 50% para 2050. No
obstante, al cierre de 2017, solo el 21% de la electricidad provenía de
energías limpias, lo que implica que aún se necesita un aumento del 14% para
alcanzar el objetivo para 2024.
A pesar de los programas de apoyo a las energías renovables, como PRONASE y
PROINBIOS, la bioenergía y el biogás siguen ocupando una posición marginal en
las estadísticas de generación limpia. Según estimaciones, en México se
producen actualmente alrededor de 114 millones de metros cúbicos de biogás al
año, con una generación eléctrica de 109 GWh anuales, lo que representa una
proporción muy pequeña frente a la meta de energía limpia establecida para
2024, que es de 112,000 GWh al año (Gutiérrez, 2018).
Según un
informe de El Financiero, el biogás ofrece una excelente oportunidad
para aprovechar los 150 millones de toneladas de residuos ganaderos, urbanos y
forestales que se producen anualmente. De esta forma, se podrían resolver dos
problemas: tratar estos residuos para reducir las emisiones de CO2 y disminuir
la pobreza energética en el país. Para 2023, más de 20 millones de personas
vivían en lo que se denomina pobreza energética, lo que afecta su calidad de
vida y pone en riesgo su salud. A pesar de que México está dando sus primeros
pasos en esta materia, el mercado del biogás tiene un gran potencial de
desarrollo.
Aunque el
mercado del biogás aún no avanza a un ritmo acelerado, se han tenido casos de
éxito en el sector agropecuario, donde los biodigestores en granjas pecuarias
se utilizan para tratar los residuos y obtener un doble beneficio.
Conclusión.
En conclusión, el biogás representa una alternativa energética con un gran potencial tanto para México como para el resto del mundo, al ofrecer una solución doble: el aprovechamiento de residuos orgánicos y la generación de energía limpia. A pesar de los esfuerzos normativos y los programas de apoyo a las energías renovables en México, el biogás sigue siendo un recurso marginal en la matriz energética nacional. No obstante, su implementación en el sector agropecuario ha demostrado ser una estrategia viable y beneficiosa tanto para el medio ambiente como para la economía rural. Dado el alto volumen de residuos generados en el país, existe una gran oportunidad para impulsar el desarrollo del biogás, no solo para reducir la contaminación, sino también para combatir la pobreza energética que afecta a millones de personas. Con mayor inversión, incentivos y políticas públicas adecuadas, el biogás podría convertirse en un componente clave dentro del panorama energético sostenible de México.
Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural.
(2017, 31 mayo). Biogás, energía natural. Gobierno de México. https://www.gob.mx/agricultura/es/articulos/biogas-energia-natural
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Gutierrez, J. P. G. (2018, noviembre). Situación
actual y escenarios para el desarrollo del biogás en México hacia 2024 y 2030.
https://rembio.org.mx/wp-content/uploads/2023/05/Situacion-actual-y-escenarios-para-el-desarrollo-del-biogas-en-Mexico.pdf