jueves, 22 de agosto de 2013

Reforma Energética

A últimas fechas, el tema en boga de los mexicanos ha sido la reforma energética propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto ante el senado para su votación y posible aprobación si se considera el clima de imposición reinante en el país, pero ¿Alguien realmente se ha preguntado cual es el contenido de la reforma energética?
La reforma energética debería llamarse “reforma del artículo 27” o en el mejor de los casos “reforma  petrolera”; a 75 años de la expropiación de los activos de empresas petroleras (que quede claro, no del petróleo que fue promulgado como propiedad de todos los mexicanos en el artículo 27, años antes de la expropiación, desde la publicación de la carta magna de 1917) el desarrollo tecnológico en el rubro energético ha avanzado de manera brutal, y es inconcebible que una reforma energética contemple únicamente temas petroleros y de gas natural, cuando sabemos que existen infinidad de alternativas como las energías renovables que dicho sea de paso tienen un menor costo ambiental para la humanidad.
La llamada reforma energética en ningún momento contempla la implementación de fuentes de energía renovable y eso deja entrever la obvia demagogia de las campañas políticas presidenciales, pues si mal no recuerdo, Peña Nieto hizo 16 compromisos al iniciar su periodo presidencial, y el compromiso número 14 fue la reforma energética, que en su discurso del segundo debate de campaña aseguro que incluiría asuntos como la generación de energía de fuentes renovables; como era de imaginarse, las fuentes de energía renovable no fueron contempladas.
No conforme con no cumplir sus compromisos, nuestro presidente tiene el descaro de realizar un plagio al pretender presentar como una reforma suya el texto propuesto por el expresidente Lázaro Cárdenas palabra por palabra, un texto desfasado 75 años en el tiempo, sin duda la tecnología hoy es otra y el paradigma a transformar es diferente, la reforma no debería pretender asumirse ignorante prestando nula atención a otros sectores de igual importancia como las energías renovables.
Entrando en materia, la reforma energética pretende echar por tierra la modificación realizada por el expresidente Adolfo Ruiz Cortines al artículo 27 con la que impidió toda participación de particulares en PEMEX o cualquier otra participación en el manejo del recurso petrolero proveniente de cualquier entidad diferente del gobierno mexicano; pues bien, la reforma energética contempla la intervención de particulares mediante la forma de “contratos de utilidad compartida” entre PEMEX y el gobierno y/o PEMEX y algún particular con el gobierno, de esta forma PEMEX se convertirá en una empresa como cualquier otra pero perteneciente al gobierno, tendrá que pagar impuestos como todas y podrá hacer alianzas para trabajos con el sector privado y el gobierno les pagará sus servicios.
La reforma energética menciona como uno de sus impulsores el hecho de que en comparación con E.U.A. México está muy rezagado en perforación de pozos para explotación en aguas profundas, y a título personal considero que bajo las circunstancias de ser aprobado, esto lejos de ser una desventaja se convierte en una oportunidad, ya que E.U.A. contempla la inversión privada y seguramente sus inversores, se verían más interesados en explotar pozos nuevos con una mejor calidad de petróleo que los pozos ya gastados de nuestros vecinos, el problema con el petróleo son los riesgos que conlleva la perforación en el mar. Existe también interés en que el nuevo capital sirva para dotar de refinerías a México lo que permitiría comerciar con un producto que tiene un valor agregado y por ende tiene un precio más alto en el mercado, por supuesto no es necesario mencionar que estas nuevas refinerías requerirían personal y se crearían nuevos empleos (aunque como dije aun habría que ver el trato que el sector privado le daría a los trabajadores y si sería posible explotarlos o no, si habría candados en la ley que protejan al trabajador o no).
Las ventajas del sector privado inmiscuido en asuntos energéticos es la inyección de capital al mismo, la desventaja es indiscutiblemente la incertidumbre de los miles de burócratas que viven a expensas de esta empresa nacional y los problemas que podrían derivarse de la explotación que caracteriza al sector privado.

Para mayor información acerca del tema sírvase consultar