México, es un país donde aún no
se tiene establecida la cultura de separación de residuos sólidos, pero, ¿Qué
caso tiene separarlos si no hay una infraestructura adecuada para la posterior
utilización?.
En México se han identificado al
menos cuatro formas diferentes de separar los residuos y al menos tres asignaciones
diferentes de colores y logotipos, para ello, Semarnat solicitó al Centro de
Investigación de Diseño Industrial de la UNAM (CIDI) crear una iconografía de 8
colores para 8 tipos de materiales reciclados, entre ellos el papel, los
metales, el vidrio, madera, textiles, orgánico, inorgánico y plástico.
Sin embargo, para que la cultura
del reciclaje funcione, es importante que esté sustentada por un conjunto de
actividades que promuevan el destino final de dichos materiales, para ello,
Semarnat creó diversos destinos preliminares como lo son: Plantas de
distribución, Encierro, Centro de acopio, Relleno sanitario, Planta de
tratamiento y Estación de transferencia. Dentro de las plantas de tratamiento
podemos encontrar: Químico, Biológico, Mecánico, Térmico y Fisioquímico.
Pero aún con todo lo que se
supone que debemos de hacer en el país, estado o municipio, no está la
infraestructura adecuada para poder llevarlo a cabo, es por ello que se ha
creado una serie de lineamientos para el otorgamiento de apoyos para proyectos
de residuos a nivel nacional, el cual puede beneficiar a toda la República
Mexicana siempre y cuando se presente un proyecto que cumpla las condiciones
establecidas. El techo presupuestal es de $528,341,300.00, pero no lo hemos
aprovechado adecuadamente, los estados no se preocupan por la reutilización de
los desechos, para ellos “todo debe de ir al relleno sanitario (si se pueden
llamar así)”. Todos los municipios de Baja California Sur cuentan con los
servicios de recolección y disposición final de residuos; ningún municipio da
tratamiento a sus desechos. Simplemente
basta con ver que no tenemos camiones recolectores de materia orgánica tan solo
una vez a la semana.
Es cierto que existen unos botes
separadores de desechos, pero que al final de cuenta todo va al mismo sitio,
relleno sanitario. Es ahora cuando debemos de empezar con el aprovechamiento
energético de residuos, creando un proyecto a nivel municipal y/o estatal de
reciclaje real y no solo de palabras.
Los proyectos son financiados por
el presupuesto anual, Las Entidades Federativas o Municipios solo deberán
aportar al menos el 10% del monto total del proyecto, además del predio, cosa
que no es tan alarmante para un estado que es regido por el turismo, donde se
puede cobrar una multa hotelera mínima para satisfacer el 10% restante del
total de proyecto.
Eh ahí donde entramos nosotros, UTILIZACIÓN DE DESECHOS PARA
LA PRODUCCIÓN DE BIODISEL O BIOGAS. Solo es cuestión de presentar proyectos
adecuados para beneficio de nuestra Ciudad, Municipio y Estado.
En la entidad se recolectan en
promedio 572 toneladas diarias de
residuos sólidos urbanos o desechos generados en las viviendas, parques,
jardines y edificios públicos principalmente, lo que representa 1% de la
recolección nacional. En dos municipios, en los que residen 77% de la población
estatal, se recoge 75% de todos los residuos; La Paz registra la mayor
proporción con 223 toneladas (39%); le sigue Los Cabos, con 207 toneladas
(36%).
A nivel nacional aproximadamente
se recolecta el 86%, pero queda disperso un 14%, que se deposita en tiraderos
clandestinos, en lotes baldíos o áreas verdes, ocasionando problemas de contaminación
del agua, aire y suelo.
Como ejemplo pongo lo que he
comentado en mi última nota semanal.
Mérida, una ciudad que alberga
poco menos del millón de habitantes en su zona metropolitana, está empezando a
visualizarse como una ciudad sustentable, donde la problemática de los desechos
sólidos no sea un problema como en muchas otras partes de la república, es un
incentivo de empresas privadas que harán que se reutilice los materiales que
consideramos como desechos de cualquier tipo, exceptuando metales para producir
3.5 millones de litros de biodisel anuales. Esta cifra es más que apantallante
debido a que ni siquiera habrá necesidad de transformar los automóviles para
utilización del producto.
Gracias a que nuestra ciudad
capital de BCS, es una ciudad con un índice poblacional relativamente bajo,
comparado con otras entidades, hay una gran posibilidad de empezar a realizar
un tipo de biodiesel que supere las expectativas actuales, proveyendo a la
población de este tipo de energía limpia. Nosotros tenemos gran cantidad de
algas marinas que aunado a los desechos sólidos, podrían exacerbar la
producción y por consecuencia mitigar y/o aminorar los efectos de gases
invernadero. Recordando que el principal problema de nuestro estado es que de
cada 1000 habitantes, hay 800 automóviles aproximadamente lo cual hace que el
sistema de transporte sea el más antisustentable. Una planta generadora de
biodiesel sería de gran beneficio a la población a un costo relativamente bajo.
Se ha hecho en Mérida a través de
empresas privadas, pero, ¿Por qué no hacerlo en La Paz por medio del
presupuesto anual del gobierno que además hará que se genere una ganancia
preponderante?