El confort térmico o bienestar térmico es una evaluación subjetiva que hacen las personas de su sensación térmica, es decir, si tienen frío o calor. Suele definirse como la sensación de satisfacción con el ambiente térmico expresada por las personas. Permite disfrutar del uso del edificio, ya sea este un edificio residencial, de oficinas o un espacio público.
A través de él es posible reducir los costos energéticos operativos del inmueble al mismo
tiempo que mantiene a sus ocupantes cómodos. Potenciarlo significa, además,
mejorar la salud y motivar la productividad. Por tanto, tener en cuenta los
parámetros de confort térmico en las primeras etapas del diseño de un proyecto
ayuda a:
● Ahorrar
costes de energía.
● Disminuir
la pérdida de calor.
● Controlar las condiciones climáticas interiores.
● Establecer un buen equilibrio energético.
Una de las funciones principales de los edificios es proveer
ambientes interiores que son térmicamente confortables. Entender las
necesidades del ser humano y las condiciones básicas que definen el confort es
indispensable para el diseño de edificios que satisfacen los usuarios con un
mínimo de equipamiento mecánico
¿Cómo
se evalúa el bienestar térmico de un edificio?
A partir de un estudio estadístico donde los ocupantes
votaban sí tenían mucho frío (-3) o mucho calor (+3), el método Fanger es capaz
de estimar el voto medio previsto o voto medio estimado (en inglés predicted
mean vote, PMV) de un grupo de personas a partir de una combinación concreta de
las variables o parámetros anteriormente descritos. La escala numérica de
sensación térmica de siete niveles usada por Fanger es la siguiente:
+3 |
Muy caluroso |
+2 |
Caluroso |
+1 |
Ligeramente caluroso |
0 |
Neutro |
-1 |
Ligeramente fresco |
-2 |
Fresco |
-3 |
Frío |
●
¿Cómo lograr el confort térmico?
Si queremos un óptimo confort térmico debemos centrarnos en las siguientes características de la vivienda:
1. El
aislamiento del edificio, pues este aspecto garantiza que no haya pérdidas de
calor durante el invierno y que el calor exterior no penetre en el interior
durante el verano.
2. La
ventilación, ya que permite controlar el intercambio de aire con el exterior.
3. La
inercia térmica del edificio.
4. Una
correcta colocación de ventanas y puertas.
5. Una
adecuada elección de materiales, de acuerdo con el clima de la zona.
Drywall
En términos de confort térmico,
Drywall ofrece muchas más ventajas en comparación con la mampostería tradicional.
El material tiene un rendimiento excelente, no absorbe la temperatura externa
del medio ambiente
Fibra de vidrio: el aislante térmico más
utilizado
Este material destaca por su gran capacidad para soportar temperaturas elevadas y su baja conductividad térmica. Esto lo convierte en un excelente aislante del calor.
Además, es un material ligero,
resistente a la humedad y mantiene su forma a lo largo del tiempo, garantizando
una solución duradera y eficiente para la protección térmica de los edificios.
Espuma de poliestireno expandido (EPS): Aislamiento económico y eficiente
La espuma de poliestireno expandido, comúnmente llamada corcho
blanco, es otro aislante muy valorado en la construcción por su bajo costo y
excepcionales cualidades térmicas.
Su facilidad de instalación y
versatilidad permiten que se utilice en diversas aplicaciones, como paredes,
techos y suelos, proporcionando una solución eficiente para mejorar la
eficiencia energética en los edificios
Poliuretano: Aislamiento térmico y acústico de
alta densidad
El poliuretano es un aislante de
alta densidad conocido por su sobresaliente capacidad para ofrecer tanto
aislamiento térmico como acústico
Además, su resistencia a la
humedad y su capacidad para mantener un confort térmico elevado en interiores
lo hacen ideal para una amplia variedad de aplicaciones en la construcción.
Madera
La madera tiene una
característica que pocos materiales tienen, ni siquiera el cemento o la
cerámica . Esta es la conductividad térmica baja. Es decir, es uno de los
mejores aislantes naturales que existen.
Por eso es tan utilizado como
materia prima para la construcción civil y decoración de interiores, estando
presente en cajas de distribución eléctrica para revestimientos de suelos.
Al minimizar las pérdidas de calor en invierno y reducir la
ganancia de calor en verano, estos materiales mejoran la eficiencia energética
de los edificios. También prolongan la vida útil de las estructuras al
protegerlas de las fluctuaciones térmicas extremas.
conclusión:
En resumen, la auditoría energética y el confort térmico
están estrechamente relacionados, ya que ambos se enfocan en la eficiencia y el
uso racional de la energía en edificios y procesos. La auditoría energética
puede ayudar a identificar oportunidades para mejorar el confort térmico y
reducir el consumo de energía, lo que puede tener beneficios económicos y
ambientales.