lunes, 28 de abril de 2025

confort térmico

El confort térmico o bienestar térmico es una evaluación subjetiva que hacen las personas de su sensación térmica, es decir, si tienen frío o calor. Suele definirse como la sensación de satisfacción con el ambiente térmico expresada por las personas. Permite disfrutar del uso del edificio, ya sea este un edificio residencial, de oficinas o un espacio público. 

A través de él es posible reducir los costos energéticos operativos del inmueble al mismo tiempo que mantiene a sus ocupantes cómodos. Potenciarlo significa, además, mejorar la salud y motivar la productividad. Por tanto, tener en cuenta los parámetros de confort térmico en las primeras etapas del diseño de un proyecto ayuda a:

 

      Ahorrar costes de energía.

      Disminuir la pérdida de calor.

      Controlar las condiciones climáticas interiores. 

● Establecer un buen equilibrio energético.

Una de las funciones principales de los edificios es proveer ambientes interiores que son térmicamente confortables. Entender las necesidades del ser humano y las condiciones básicas que definen el confort es indispensable para el diseño de edificios que satisfacen los usuarios con un mínimo de equipamiento mecánico

 

¿Cómo se evalúa el bienestar térmico de un edificio?

A partir de un estudio estadístico donde los ocupantes votaban sí tenían mucho frío (-3) o mucho calor (+3), el método Fanger es capaz de estimar el voto medio previsto o voto medio estimado (en inglés predicted mean vote, PMV) de un grupo de personas a partir de una combinación concreta de las variables o parámetros anteriormente descritos. La escala numérica de sensación térmica de siete niveles usada por Fanger es la siguiente:

 

+3

Muy caluroso

+2

Caluroso

+1

Ligeramente caluroso

0

Neutro

-1

Ligeramente fresco

-2

Fresco

    -3      

Frío

 

 

 

 

 

 

● ¿Cómo lograr el confort térmico?

Si queremos un óptimo confort térmico debemos centrarnos en las siguientes características de la vivienda:

1.     El aislamiento del edificio, pues este aspecto garantiza que no haya pérdidas de calor durante el invierno y que el calor exterior no penetre en el interior durante el verano.

2.     La ventilación, ya que permite controlar el intercambio de aire con el exterior.

3.     La inercia térmica del edificio.

4.     Una correcta colocación de ventanas y puertas.

5.     Una adecuada elección de materiales, de acuerdo con el clima de la zona.

 

Drywall 

En términos de confort térmico, Drywall ofrece muchas más ventajas en comparación con la mampostería tradicional. El material tiene un rendimiento excelente, no absorbe la temperatura externa del medio ambiente

Fibra de vidrio: el aislante térmico más utilizado

Este material destaca por su gran capacidad para soportar temperaturas elevadas y su baja conductividad térmica. Esto lo convierte en un excelente aislante del calor. 

Además, es un material ligero, resistente a la humedad y mantiene su forma a lo largo del tiempo, garantizando una solución duradera y eficiente para la protección térmica de los edificios.

Espuma de poliestireno expandido (EPS): Aislamiento económico y eficiente 


            La espuma de poliestireno expandido, comúnmente llamada corcho blanco, es otro aislante muy valorado en la construcción por su bajo costo y excepcionales cualidades térmicas.

Su facilidad de instalación y versatilidad permiten que se utilice en diversas aplicaciones, como paredes, techos y suelos, proporcionando una solución eficiente para mejorar la eficiencia energética en los edificios

Poliuretano: Aislamiento térmico y acústico de alta densidad

El poliuretano es un aislante de alta densidad conocido por su sobresaliente capacidad para ofrecer tanto aislamiento térmico como acústico

Además, su resistencia a la humedad y su capacidad para mantener un confort térmico elevado en interiores lo hacen ideal para una amplia variedad de aplicaciones en la construcción.

Madera 

La madera tiene una característica que pocos materiales tienen, ni siquiera el cemento o la cerámica . Esta es la conductividad térmica baja. Es decir, es uno de los mejores aislantes naturales que existen.

Por eso es tan utilizado como materia prima para la construcción civil y decoración de interiores, estando presente en cajas de distribución eléctrica para revestimientos de suelos.

 

Al minimizar las pérdidas de calor en invierno y reducir la ganancia de calor en verano, estos materiales mejoran la eficiencia energética de los edificios. También prolongan la vida útil de las estructuras al protegerlas de las fluctuaciones térmicas extremas.


conclusión:

En resumen, la auditoría energética y el confort térmico están estrechamente relacionados, ya que ambos se enfocan en la eficiencia y el uso racional de la energía en edificios y procesos. La auditoría energética puede ayudar a identificar oportunidades para mejorar el confort térmico y reducir el consumo de energía, lo que puede tener beneficios económicos y ambientales.