Sistema de colectores solares para la Alberca Olímpica de CU
Espacio de investigación que contribuirá a la formación de profesionales en energías renovables
Patricia López/Laura Romero, 5 de junio de 2014
Casi quinientos colectores de energía
solar
calientan ahora el agua de la Alberca Olímpica de Ciudad Universitaria, como parte de la Estrategia de Universidad Sustentable EcoPuma.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, la UNAM inauguró la primera fase de este sistema de calentamiento basado en energía renovable y tecnologías eficientes, con el que se reducirá en 58 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero producidas con la tecnología anterior. Se colocaron además cubiertas térmicas autoflotantes para conservar el calor durante el tiempo en que no se emplean las nuevas instalaciones.
Este proyecto implica solarizar una alberca cuya capacidad rebasa los seis millones de litros de agua.
El sistema completo, concluidas la segunda y tercera fases, operará con mil colectores solares y 24 bombas de calor, con lo que se reducirá 80 por ciento el consumo actual de gas LP.
La comunidad universitaria sumó voluntades para hacer realidad uno de los proyectos energéticos más relevantes de esta casa de estudios.
En él participan la Secretaría Administrativa, la Coordinación de la Investigación Científica, el Instituto de Energías Renovables, la Facultad de Ingeniería, la Dirección General de Obras y Conservación, la Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas, el Subcomité de Preservación, Desarrollo y Mantenimiento del Patrimonio Inmobiliario y el Programa Universitariode Medio Ambiente.
La UNAM contó con la donación de los colectores solares y la colaboración en la ingeniería e instalación del sistema por parte de las empresas Heliocol de México y Módulo Solar.
Sistema híbrido
La instalación solar abarca una superficie de más de tres mil 500 metros cuadrados. Para alcanzar esta extensión se construyó una estructura solar de mil 245 metros cuadrados, a espaldas de la alberca.
Para mantener la temperatura óptima del agua, fue necesario implementar, en toda la superficie, la instalación de cubiertas térmicas autoflotantes de polietileno resistentes a químicos y rayos ultravioleta, que disminuyen 50 por ciento las pérdidas de temperatura durante la noche.
El nuevo método cuenta con un sistema de monitoreo energético que permite evaluar y estudiar la eficiencia de esta tecnología, además de un cuarto de máquinas que alberga el centro de control de motores, bombas hidráulicas e intercambiadores de calor y equipo hidroneumático.
La icónica instalación del deporte universitario se convierte así en un espacio de investigación que contribuirá al conocimiento y la formación de alumnos, científicos y profesionales en energías renovables.
Se pusieron instrumentos para medir cuánta energía proporciona cada campo de colectores, además de una estación meteorológica para medir la radiación que llega y en qué condiciones lo hace, para calcular y cuantificar la energía que se entrega.
En la sala de monitoreo hay una pantalla para que los estudiantes observen cuánto gas LP se ahorra, cuanto bióxido de carbono deja de emitirse y cuánta energía solar se obtiene. A este seguimiento se tendrá acceso desde cualquier computadora para ver cómo opera y su eficiencia. La colocación de este sistema estuvo a cargo del Instituto de Energías Renovables y la Facultad de Ingeniería, mediante un proyecto de investigación y formación de científicos y profesionales en energías renovables en vinculación con el Conacyt.
Así, este espacio emblemático de la UNAM se suma a los esfuerzos de nuestra comunidad en la construcción de una Universidad sustentable.
Trabajo en conjunto
En la ceremonia inaugural, encabezada por el rector José Narro Robles, el secretario administrativo de la UNAM, Leopoldo Silva Gutiérrez, dijo que se ponen en marcha, como parte de la primera etapa, 484 colectores solares, y destacó el trabajo conjunto de las diferentes instancias participantes.
La titular del PUMA, Mireya Imaz, explicó que para calentar el agua de la alberca a 27 grados se requiere una energía equivalente a 74 millones de focos de 100 watts encendidos durante una hora, y “poder sustituirlo con un sistema cuyas emisiones de CO2 sean menores es muy relevante”.
Ana de Gortari, titular de Obras y Conservación, expuso que las cubiertas térmicas autoflotantes de polietileno constituyen el mejor sistema y el más económico para no perder la temperatura durante la noche, y además se coloca en un tiempo muy corto. Se trata de 37 lienzos que son parte fundamental del sistema.
Claudio Estrada Gasca, investigador de Energías Renovables, dijo que se trata del único proyecto instrumentado con fines educativos. “Es la primera instalación universitaria termo-solar de gran capacidad que cuenta con equipamiento que va a permitir monitorear el comportamiento de fluidos y temperatura para usos didácticos en toda la Universidad”.
Roberto Best y Brown, también investigador de Energías Renovables, resaltó que la sala de monitoreo permite conocer en tiempo real lo que ocurre con el sistema de calentamiento. Con los instrumentos necesarios se obtienen mediciones de alta calidad que sirven para prácticas de estudiantes, para investigación y para promoción de las energías renovables.
Servicio a la comunidad
En tanto, Narro Robles expresó que este sistema es una prueba de cómo el conocimiento, que se transforma en una propuesta, puede alcanzar su ejecución. “Muchos universitarios han trabajado en él, desde dentro y fuera de la Universidad, en las empresas, y colaboradores en otras instancias”.
Se debe celebrar, añadió, que incluso en acciones de esta naturaleza los universitarios encuentren la manera de cumplir las funciones básicas de esta casa de estudios. “Esto tiene el objetivo de prestar un servicio a la comunidad que hace uso de estas instalaciones, 12 mil personas por año registradas, quienes acuden por razones recreativas y de acondicionamiento físico; también es lugar de entrenamiento para nuestros equipos representativos”.
De ahí, la importancia de que también sirva para formar a los alumnos, para que se acerquen, aprendan, valoren y propongan, y para que el conocimiento se amplíe. “Aquí se podrán hacer pruebas, generar proyectos de investigación y hacer innovación”, concluyó.http://www.dgcs.unam.mx/gacetaweb/2014/140605/gaceta.htm