Gabriel
Luna Sandoval, investigador de la Universidad Estatal de Sonora, desarrolló una
celda de combustible de orina, la cual convierte este desecho líquido en
biogás.
El
doctor en ingeniería mecánica detalló que el prototipo de celda que se
desarrolló es un tanque de acrílico y de electrodos metálicos de
aproximadamente 20 centímetros cuadrados.
El
proceso que permite generar combustible se denomina electroquímico de
electrólisis. Al pasar la corriente eléctrica entre los electrodos se produce
una electrólisis. Y se genera un biocombustible por medio de una celda que
produce hidrógeno. Esto se logra gracias a la urea y el agua que desprenden dos
moléculas de oxígeno y seis de hidrógeno para completar la combustión y
obtienen el biogás.
Lo
complejo de este proceso es que la orina
no es limpia al cien por ciento, por lo cual se somete a un proceso para
desprender los sedimentos de la misma.
Este
dispositivo también se puede producir electricidad a partir de la orina, esto
es a través de un generador con motor de combustión interna, el gas generado
por la celda de orina se utiliza como combustible en el generador y este a su
vez produce la energía eléctrica. Actualmente se han hecho pruebas con un
generador de cinco kilowatts.
El
equipo de investigación pretende continuar con la producción de energía en
diferentes ámbitos, además de disminuir el tamaño de la celda para ser su fácil
traslado.