La auditoria energética
El ahorro de energía y su eficiencia es una cuestión clave tanto para las empresas e instituciones públicas como para las viviendas privadas. Entre las herramientas básicas para lograrlo, figura la auditoría energética, un recurso cuyo principal objetivo es analizar y diagnosticar el flujo de energía de un determinado inmueble, instalación, industria o procedimiento para determinar su consumo y opciones para reducirlo, con el consecuente ahorro económico y energético.
Analizar el estado de las instalaciones eléctricas, saber el consumo real de cada aparato, conocer el coste de producir un determinado producto. Estas son algunas de las cuestiones que es posible definir con una auditoría energética. Una buena auditoría energética no aporta datos de forma genérica, sino que se adapta a las particularidades de cada edificio/empresa/proceso para determinar sus necesidades, gasto real, parámetros con mayor incidencia y medidas a implementar para reducir el consumo.
Estas auditorías ayudan a disminuir costos operativos, reducen el impacto ambiental al disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y, en algunos casos, ayudan a cumplir con normativas o certificaciones como la ISO 50001. Además, fomentan el uso eficiente de recursos y promueven una cultura de ahorro energético dentro de las organizaciones o comunidades.
¿Para qué sirven las auditorías energéticas? 7 beneficios estratégicos
Como has podido comprobar, las auditorías energéticas sirven para medir, evaluar y potenciar la eficiencia energética de las empresas-objetivo.
Los perfiles con obligación de realizar una auditoría energética han de llevarla a cabo cada 4 años a contar desde la fecha de la realizada con anterioridad. Este proceso debe cubrir un mínimo del 85% del consumo total de energía de las instalaciones de la empresa situadas en el territorio nacional. Así las cosas, los beneficios de una auditoría energética son cuantiosos:
- Reducción de los costes energéticos, ya que se identifican las áreas de mejora para no desperdiciar energía, se aplican soluciones para maximizar el ahorro.
- Optimización del rendimiento de los equipos y sistemas.
- Mejora de las condiciones laborales, dado que la eficiencia energética no solo se enfoca en la reducción de costes, sino en mejorar el funcionamiento de los sistemas para un mayor confort de las instalaciones y los procesos.
- Cumplimiento normativo que facilita la obtención de certificaciones energéticas como la ISO 50001.
- Reducción de la huella de carbono y fomento de las energías renovables.
- Incremento de la competitividad al generar ahorros que pueden invertirse en innovación en la empresa.
- Mejora de la imagen corporativa y reputacional por el compromiso con la sostenibilidad que se traduce por la atracción de talento, pero también de inversionistas y clientes preocupados por el medioambiente.